lunes, 23 de marzo de 2009

RAFAEL BARTOLOZZI

Rafa murió ayer por la mañana en su casa de Margodi, en Vespella de Gaià, mansamente, sin dejar de mirar ese mar que le daba vida, según decía, como a los algarrobos. Que le daba sentido a su vida, seguramente.

Fuimos a despedirnos al anochecer y yacía en perpendicular a ese horizonte, o eso nos pareció, rodeado de su mujer, Núria, de su hijo Nil, de sus perros, de sus amigos, de sus cuadros y a sus pies dos matojos o tres de tomillo, de esa farigola de tierra seca que según se va acercando el Viernes Santo va oliendo cada vez más a gloria bendita. Bien bendita.

Hemos pasado mala noche porque ha ido apareciendo Rafa y su música (la música que también sonaba en su honor, frente al horizonte) y los cuadros de los unos y de los otros y entonces hemos entonado un beatus ille patoso porque no estamos para requiems y porque estamos seguros de que el descanso de los pintores es mayor y mejor y cierto.

A todo lo demás, menos a la farigola y a los cuadros, que le den.

2 comentarios:

Estás en Genea-no-lógic. dijo...

beatus ille!

manuel allue dijo...

"...qui procul negotiis, / ut prisca gens mortalium / paterna rura bobus exercet suis / solutus omni faenore, (...)

Un abrazo.