lunes, 11 de febrero de 2008

MADRID EN VILO


O a lo mejor no tanto. Mañana martes se entreabren las puertas de ARCO y el miércoles ya lo harán de par en par, sin fanfarria (¿por qué no una fanfarria o un fragmento de la banda sonora de Moros y Cristianos, de Berlanga, tan IFEMA?).

Lo mejor, antes de la apertura, el artículo de Laura Revuelta en ABCD del sábado pasado, Para no perderse, donde nombra, y creo que por primera vez, el spanglish de los nombres de Solo Projects o Performing Room, aunque se queda en un soso english más manido que otra cosa. Cursi, sobre todo. Pero aunque a Laura Revuelta no le parezca tan grave la criba de galerías españolas (“diez menos, tampoco es tanta…”), a nosotros sí. Y a los cribados no digamos.

Hyundai es el “vehículo oficial ARCO 2008”, y sobre todo su modelo “i30” que presentan bajo el lema de “Inspiración, innovación, idealismo… Arte y nueva generación i, simbiosis perfecta”. Otra cursilada por mucho que lo hagan en otras ferias de arte extranjeras y con esa especie de coche encofrado que seguramente sacaría de sus casillas a Wolf Vostell. Además, Hyundai tampoco es una gran marca.

Pregunta (al vacío): ¿recuerda alguien el magnífico stand de una galería ¿alemana? ¿austriaca? en el ARCO de ¿1985? (tendría que subir al piso de arriba para buscar el catálogo y me da pereza) donde Vostell cubrió todo el suelo de cemento, unos 36 metros cuadrados, de pimentón extremeño y colocó unas ovejas, diez, doce, aparentemente embalsamadas y patas arriba? Todo ese sector de la planta baja del antiguo Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, el famoso pabellón 10 de la película de Berlanga, olía a pimentón de una forma brutal y extraordinaria. A mí, entonces, me pareció sensacional. En los periódicos ni lo nombraron (poco, muy poco caso se le hacía a Vostell en España).

Fernando Durán, prestigiosa y considerable sala de subastas, organiza el viernes una sesión de “Arte contemporáneo y del siglo XX”, distinción que nos ha llamado la atención por cuanto se le supone contemporaneidad a una cierta vanguardia y “siglo XX” a todo lo demás. O eso parece. Aunque la subasta suena interesante no deja de sorprenderme la división. Evidentemente todo el siglo XX fue contemporáneo de los que lo vivieron (nosotros, por ejemplo), figurativos, abstractos, surrealistas o pop, o lo que hiciera falta. ¿Fue menos contemporáneo Moreno Villa y más Alberto García Alix? ¿Clavé o Chema Cobo? ¿Juan Ugalde o Chillida?. En fin.

El fin de semana estaremos en Madrid, como buenos provincianos. Saludaremos a quien haya que saludar y prometemos portarnos bien. Es la fiesta nacional de nuestra patrona, o patrón (¿ARCO es masculino o femenino?), y contaremos lo que podamos. Aquí lo más banal (o no) y en otro sitio lo más profundo. Aunque luego nos da vergüenza y lo hacemos al revés.

Nota:

La ilustración se trata de una foto no demasiado buena (bastante mala) que habíamos encontrado hace tiempo en la red. Juana Mordó, tan guapa, tan pizpireta, con esa cara tan inteligente, acompaña o es acompañada por un Antoni Tàpies ceñudo, un Joan Miró exultante y un Rafael Alberti preocupado por sí mismo. Cada año, por estas fechas, recordamos más a Juana y le echamos un rezo, más o menos laico, para que nos proteja sobre todo de las malas intenciones. Y lo hago en serio y se podría decir que con devoción.

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