martes, 12 de febrero de 2008

A CADA BUGADA PERDEM UN LLENÇOL




  • Como suponemos que sigue sin leernos nadie, incluso Alberto Ruiz de Samaniego, vamos a seguir escribiendo lo que se nos ocurre, cosa que tampoco está tan mal y sobre todo a estas horas y a estas alturas, bajas todavía, del siglo.

El dicho, más que refrán, catalán tiene una traducción pobre pero una aplicación (un escolio) más que suficiente: “en cada colada perdemos una sábana”, lo que en español queda un poco rudo y algo demasiado evidente pero que en la lengua de Carner, ¡en la nuestra!, resume cantarina y sobriamente algo de lo que queremos decir. De tanto hablar nos vamos a quedar secos y lo peor es:

1. Que nos lo sabemos de memoria.
2. Que nos da igual.
y 3. Que como no se trata de una verdad absoluta la podemos manejar a nuestro antojo.

Nosotros vamos a seguir haciendo “la bugada” porque nuestra lavadora es más manual que otra cosa. Aunque sigamos perdiendo parte de nuestro ajuar.

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