La foto, bastante bonita, se la he robado junto al título a The Tropical Storm Beach Grill & Bar, un estupendo local de Hernando Beach, en Florida, cuya página vale la pena visitar (no se asusten de la música). El churrasco de la foto no lo es tanto pero seguro que vale la pena. Y las chicas. Y el camarero ése que sonríe de lado, el de los armani falsos, que seguro que te consigue lo que quieras (a sí mismo, por ejemplo).
La tropical store fair de Madrid, la Una, no la Otra, está que se sale. Luis Eduardo Cortés, el presidente del comité ejecutivo de Ifema, no la señora Fernández, ha declarado que todo ha ido estupendamente, que se ha vendido, que el año que viene la cosa invitada será la ciudad de Los Ángeles, no un país (¡válgame dios!), y que sobran galerías, que serán “muy estrictos, mucho más” (sic) y que el sol saldrá, seguramente, por Antequera, entre Hernando Beach y las marismas, al fondo a la izquierda.
Supongo que el señor Cortés querrá decir que las galerías de provincias seguirán en los rincones, que a las repescadas a última hora las meterán con cualquier calzador al lado del chiringuito de los cafés, que las damas (y los señores) de la Cruz Roja tendrán su mesa petitoria en un stand aún más grande y que les pondrán, además, un guardia con el casco de plumas y dos arriates de evónimos o a lo mejor un camelio enano, para adornar.
Pero de la moqueta ni palabra. De la señorita de voz aflautada del mostrador de prensa que era tan alto que ella parecía enana, además de incorrecta (y mártir), tampoco nada. Ni de la sensación de vacío, de falta, de sentido común, que ya lo dije ayer.
Todo esto no me divierte nada aunque cada uno es libre de hacer de su diversión un oficio, de su capa un sayo o de tripas corazón. A Álvaro Alcázar, con un stand estupendo, se lo perdono todo. Porque es el que más me gusta siempre: sus artistas, sus piezas (menos una, espantosa), sus flores (rosas rojas y liliums el viernes) y él mismo. A Soledad Lorenzo, también, porque además de un buen stand tiene buena pinta y siempre sonríe. A Elvira Mignoni no la vi, pero ya no me parece tan bien aunque me guste su galería. Pero esa cara de tragedia (de tragedia ramplona y pasada de moda) de Helena Tatay, ese cansancio parece que endémico de Norberto Dotor, esas ganas de no vender de Toni Tàpies, ese desasosiego de Ángel Samblacat y, por qué no decirlo, esa falda tan corta de Lola Moriarty, a sus años, son cosas que no puedo entender. Ni el cuadro verdoso de Hernández Pijoan ni la pieza de Cristina Iglesias (¿por qué siguen tan empeñados con ella?) ni los sauras trasnochados de Lelong ni ese plato de almejas de Barceló para el que no tengo palabras.
Mañana, si acontece, hablaré de lo memorable: el richard serra de Elvira, de doña Elvira, la escultura de Croft de Filomena Soares, preciosa (mejor que la de Helga, de doña Helga) o ese campano oscuro de Rafael Ortiz. Me gusta Campano. Me gusta mucho.
¿A que voy y ceno churrasco al son de Surai Surita, de mi amada Yma Súmac, la emperatriz de los Andes? ¿A que me sienta mal?.
7 comentarios:
Bueno, a Soledad Lorenzo le pedimos mas Prego! a Hernandez Pijuan, una discreta retirada, a Santiago Sierra un buen rato de adulación desenfrenada, a Cristina Iglesias, pues eso, que se vaya unos dias de acampada con Penone y Long a ver si sacamos algo en claro y a Barceló pués unas patatas fritas del MacDonald's revenidas, aceitosas y blandúrrias pero quizás ni se merece eso...
Y la moqueta aaaaaaai la moqueta, Serra, si andas por ahí (ya se que tu hermano si) pon orden!!! orden!!!
Mañana seguiré leyendo, aunque me estoy enterando de muy poco, me gusta. Eres mi corresponsal en ARCO. Qué envidia no poder ver lo que escribes. Es que yo me muero por la vista. Y porqué no te dejan mandar a ti, conyo, de una vez.
En otro orden de cosas : Serra siempre está por ahí.
Yo quiero ir!
Po favo, po favo, alguna fotillo que echarse a los ojos, o sea texto con documento visual para los que no hemos ido, sobre todo me interesa mucho ver lo de la moqueta, la falda corta de esa señora, tambien el cuadro verde de..., total el anecdotario. Unas fotillos por favor.
Queridos amigos, no hay para tanto. O sí.
Edu. completamente de acuerdo. Más Prego, al que no pude ir a ver y bien que lo lamento.
Aparis, gracias por tu fervor.
Txaber, el sábado nos lo pasaremos bien (comeremos y beberemos y no hablaremos para nada de arte contemporáneo).
Ana González, te mandaré fotos si quieres: no son mías (yo soy un completo desastre con cualquier máquina) pero son bastante buenas.
Estoy convencido que confundes a Helena Tatay, que dejó la dirección de la galería Joan Prats hace más de 10 años, con la actual responsable: Gloria Pérez. Te puedo asegurar que Helena, a la que admiro por su trayectoria como curator y crítica de arte, no responde para nada al perfil con que la describes en tu reseña de Arco. Me esfuerzo y no logro visualizar ninguna expresión de "tragedia ramplona y pasada de moda" en ninguna de las ocasiones en que hemos coincidido últimamente...
Siento mi error y pido disculpas a la señora Tatay y de paso a Usted, amable lector. Muchas, demasiadas veces, me dejo llevar por los recuerdos (o las impresiones) del pasado, escribo a vuela pluma y pasa lo que pasa.
Joan Prats me sigue pareciendo una excelente galería y lo cierto es que a la señora Tatay, que no debe (de) acordarse de mí, la traté solamente en dos ocasiones, hace ya bastantes años. El cansancio de la tarde de ARCO y una cierta falta de prudencia hicieron el resto.
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