Hacía tiempo que no me asomaba a esta ventana, ni real ni virtualmente, pero es que las cosas del querer (la Navidad, el trabajo y el dinero: el desasosiego, en fin) es lo que tienen. Aunque he recolectado más de treinta papelitos llenos de notas manuscritas sobre esto y aquello que al final he acabado por romper.
O sea que ni el libro de Miguel Marcos, ni la entrevista a Borja-Villel (¿o eso sí?), ni las celebraciones “ad honorem” y en torno a Helga de Alvear ni una sóla exposición vista deprisa y corriendo.
Pero la cuenta atrás ya ha empezado. Queda justo un mes para ARCO y para la otra feria que la señora Fernández no sabe cómo se llama (o a lo mejor ahora ya se ha enterado) y para los fastos madrileños, en fin, en torno al día de San Valentín que no en vano es el patrón de los enamorados.
Enamorados de nosotros mismos (preocupados, más bien), no le hemos deseado felicidad para el año nuevo a nadie. O casi. Pero es que no deseamos felicidad. Deseamos, una vez más, cordura. Que no rima, ni mucho menos, con desmesura.
Pues eso.
2 comentarios:
Petición:
Por favor escríbanos el post sobre Miguel Marcos, y el de Borja Villel.
Su rendido lector y admirador:
Pepe Cerdá.
Muchas gracias por lo de lector, más por lo de admirador y qué te voy a decir sobre lo de rendido.
En fin, que tendremos que escribir sobre eso.
Un saludo.
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