Anton, ése es el Guerrero de Leonardo del que te hablo en mi comentario anterior. Y sí, está en el British (me ha podido el antiguo espíritu medio coleccionista medio bibliotecario que me ha abandonado hace ya tanto tiempo).
Tienes razón: maldito otoño.
7 comentarios:
Yo también estoy perplejo, al ver en qué mundo nos hemos metido. En mi caso creo que a los 35 no me equivoqué, pero lo de volver atrás sí que me gustaría por ser más joven, por subir las escaleras de dos en dos y no estar tan pendiente de volver a casa.
También estoy perplejo por volver a leer lo que escribes. Siempre me ha gustado como lo haces, como puntúas, como “enmarcas” ciertas palabras. Daría años de vida por haber sabido escribir como tu. En mi profesión escribir bien es muy importante y tu, en cambio, haces un trabajo manual (creo) y escribes por gusto (ignoro si, a parte de colaborar en publicaciones de arte, has escrito literatura), lo que no sé es si lo haces con facilidad o tienes que esforzarte, pulir, releer, reescribir, volver a empezar desde el principio.
Te imagino entre tus fetiches y recuerdos (Leonardo. Joder nunca te has puesto limitaciones, para qué). De todas maneras deseo que pase pronto este encogimiento, espero y deseo que salgamos del infierno y nos encontremos en el purgatorio, porque añoro una faceta que te conozco y que es la otra cara de esta moneda, la sagaz y certera crítica, el análisis íntimo y sentido de lo que sientes.
Dejemos el ciclo anual para los payeses y pongamos a la vida un horizonte lejano. Hablando de horizonte, el que se ve en tu pueblo desde el “balcón”. Es único. Envidia tengo.
Me gusta lo de dejar para los payeses el ciclo anual. Ya ves, en este barrio del que soy vecino (vecino-vecino) no hace tanto me siento un poco payés (me disfrazo de payés) y, como no pasan coches, me gusta que me griten desde la calle en vez de llamar al timbre y cosas así. Y que la verdulera me diga que ya tiene espinacas (a gritos) o que me deja de regalo unos cuantos caquis (palosantos) en el quiosco.
Me gusta identificar los ruidos de la calle, adivinarlos, la sopa caliente, las tortillas frías, leer por las noches y conversar con gente como tu.
A mi també em cridem des del carrer,
avui ho han fet: un company de feina amb els seus dos fills, i després l’anton amb el seu gos,
que monos que sou, petons públics
Vaig a llegir una mica més al manolo
hola,
estic escoltant Building for music,
(m'agrada),
gràcies manolo,
a la tele "fan" allò de la crisis,
al telenoticies vespre (sense veu)
Serra, m'ha agradat molt aixó dels petons públics.
Petons per a tú, també públics.
Todo es demasiado público, aparis y manuel allue, parafraseando los besos de serra, por públicos. Pero creo que me estais resultando muy poco púdicos, el oficiante y el oficiado, ámbos fantásticos y con poca vergüenza. Creo que eso os debe identificar como escritores: los dos teneis "molt de senderi", y sabeis transmitir con belleza.
El guerrero, qué decir, manuel allue con tu espriritu medio de medio de. Vigila con el de biblitecario: los anglosajones tienen un dicho que afirma que los de este oficio son los amigos de todos. Ull!
¿Los amigos de todos?. Pues mal bibliotecario soy (impúdico, feroz, traidor, inconfeso y mártir, feo, católico y sentimental, Axa, Fátima y Marién). Por ejemplo.
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