La colección del MACBA ha puesto desde hoy a disposición de cualquier curioso impenitente una de las primeras obras radiofónicas de Juan Muñoz, Building for music, realizada en 1993 en colaboración con el compositor Alberto Iglesias.
La obra, que dura 29 minutos con 23 segundos (se puede descargar el podcast desde la página Ràdio Web Macba), fue presentada en el "Sonsbeek 93" (Arnhem, Países Bajos), una exposición de escultura al aire libre que tiene lugar en una de las ciudades más castigadas durante la Segunda Guerra Mundial. Con continuas y continuadas citas literarias, arquitectónicas y musicales (Alvar Aalto y la Quinta Sinfonía de Sibelius, Le Corbusier y una obra que no hemos identificado –nos lo pone difícil- de Edgar Varèse) vale la pena perderse con la voz (las voces) profundas y claramente radiofónicas aunque hay que tomárselo con calma. Quince minutos a la hora de la siesta (al levantarse) y otros quince a media tarde.
Muy brillante.
4 comentarios:
Sí, tienes razón, también esta audición es música y la música es emoción en estado puro, al menos para los profanos no lectores. Recuerdo una entrevista de Soler Serrano con Alejo Carpentier (la he revisto hace poco), en la que este último le decía que de joven le encantaba leer partituras musicales. Pero para los que no leemos música, esta es el arte intangible.
¿Cómo haces para estar en medio de lo que estás?, ¿Cómo de acompaña Unamuno cuando lijas un mueble?, Manolo ¿A qué te dedicas? Estoy sorprendido, Pero no te preocupes, sigo sorprendiéndome de casi todo, tiene sus ventajas.
No he visto ni ví en su día la entrevista de Soler Serrano a Alejo Carpentier pero me la imagino fantástica, como muchas de ellas. Hace unos meses ví (escuché, paladeé) la de Cortázar (im-pre-sio-nan-te) y recuerdo la de Pla, que ahora dicen que marcó un antes y un después en la difusiçon de su obra (¿?).
Pues yo tampoco leo música y eso lo sigo lamentando muchos días. Y las lijas, los barnices, los muebles y los cuadros están en el piso de arriba y Unamuno y Juan Muñoz (por ejemplo) en el de abajo. No cambian de sitio nunca (¡pobres de ellos!)
Pues os podria decir de algunos que en su momento nos reuníamos religiosos para ver las entrevistas de Soler Serrano a las patums citadas y otras más. Y tampoco leo música, ni la oigo minetras trabajo: me enseñaron que la música se escucha, no se oye. Por eso cuando tengo puesta música -soy limitada, de Monteverdi a Ligheti, después ya no entiendo nada- sólo escucho. Arriba los muebles, y abajo Unamuno i el que més convingui... Es necesario y justo imitar a manuel allue.
No cteo que haya que imitarme, Nené, ni mucho menos. Soy un desastre a la hora de delimitar y aunque no mezclo a los tirios con los troyanos ni a las churras con las merinas me dejo llevar y muchas veces meto la pata. Lo peor es que la mayor parte de las veces los límites los ponen ellos, los muebles, los cuadros y los libros. En fin, una víctima.
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